martes, agosto 28

LA SOCIEDAD DE LA IGNORANCIA

Como hojas de un árbol, sueltas, que caen  libremente, este libro viene a reforzar lo anunciado en el anterior.



Hay momentos en que lees algo y quieres darlo a conocer como si fueses tú el que lo hubiese escrito. Hay momentos, sin embargo, en los que te haces a un lado y permites que sea el mismo autor o su prologuista, quienes expliquen lo que tienen para contarnos cuando en nuestras manos depositan un libro.

Este es quizá uno de esos casos.  Estoy leyendo unos ensayos sobre Tecnocultura y comunicación, y entre algunos textos encontré los siguientes ensayos recogidos en un libro al que se llamó “La sociedad de la ignorancia” (título de uno de los ensayos).

Permítanme la licencia de dejar que sea el mismo prologuista del libro quien nos cuente de qué trata. Al final anexo el libro para que sea descargado (licencia Creative Commons):

“Los ensayos de Antoni Brey, Daniel Innerarity y Gonçal Mayos recogidos en el presente volumen constituyen una síntesis lúcida de nuestro comportamiento social como especie. La evolución exponencial de nuestros  procesos de regulación energética, la aplicación técnica de los mismos, así como el crecimiento demográfico están produciendo una situación de incertidumbre sobre nuestro futuro en el planeta.

La hiperconexión que se produce como consecuencia de la socialización de la revolución científico-técnica nos hace incrementar la complejidad en los procesos de relación social de especie, como nunca antes se había producido. La complejidad que ha emergido es un producto evolutivo y no se puede gestionar, en contra de lo que algunos especímenes humanos piensan; lo único que podemos hacer como Homo sapiens, para enfrentarnos al futuro, es trabajar para poder manejar la incertidumbre planteando escenarios hipotéticos y aplicando modelos que, en cualquier caso, deberán contrastarse empíricamente.

La tecnología y su socialización generan tensiones y divisiones en nuestras estructuras etológicas y culturales. No se ha producido, pues, una socia-lización efectiva del conocimiento y ello impide que caminemos hacia la sociedad del pensamiento, tal como deberíamos hacer.

Por lo tanto, las dicotomías históricas continúan en pleno progreso y ni los expertos ni los eruditos ni tampoco los sabios tienen bastante capacidad para integrar la información de que disponemos. El individualismo debe dejar paso a la individualidad, es decir, las personas hemos de actuar no como especimenes, si no como constructores sociales, aportando de forma crítica nuestros conocimientos a la organización de la especie. Esto, por ahora, no es así, a pesar de la socialización de la cultura y de la educación.

Actualmente, como dice Antoni Brey en su opúsculo, nos invade la sociedad de la ignorancia. A pesar de ello, soy optimista y mantengo la esperanza de que todo sea consecuencia del momento de transición en que nos hallamos inmersos, como un capítulo pasajero de nuestra travesía hacia una mejora ecológica y cultural de nuestra especie.

Ahora bien, para que realmente lleguemos a este punto, debemos trabajar en la perspectiva de generar una nueva conciencia crítica de especie. Solamente con una evolución responsable, construida  a través del progreso consciente, podremos convertir conocimiento en pensamiento, alejándonos de este modo de la sociedad de la ignorancia.”

Eudald Carbonell

1 comentario:

  1. Al iniciar una lectura desprevenida del primer ensayo, me asalta una duda: ¿el modelo educativo actual prepara a nuestros estudiantes para qué tipo de sociedad? ¿del conocimiento o del pensamiento?

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